Jean Pierre Severiche FOTOGRAFIA

Catedral San Jerónimo de Montería Montería, una de las ciudades de la costa que atrae a muchos turistas por uno de los parques lineales más largos de Latinoamérica pero así como este, también ofrece una gran variedad de lugares por visitar, uno de ellos es la majestuosa catedral San Jerónimo que está ubicada exactamente en la calle 27 con carrera 3 en el centro de la ciudad.  El estilo arquitectónico que tiene esta catedral es algo gótico y republicano, más allá de un lugar de paz y en donde todos llegan para encontrarse con Dios, pueden sentir la presencia de el. Un ambiente que refleja la sensación de que los milagros se harán realidad y todo lo que pidas te será concedido.    En la parte de adentro se puede observar cómo la gente llega a orar y es devota de un santo o a su vez de todos y a cada uno le llevan una vela, la cual dejan encendida por un milagro que desean que sea concedido. También cuentan con espacios un poco más privados y cerca de imagen de Dios e

Mujeres soñado ras y llenas de pasión El Día Internacional de la Mujer se declaró en honor a las trabajadoras que fallecieron en la fábrica cotton de New York, en un incendio. Las féminas trabajaban 16 horas y  reclamaban una jornada laboral de 10 horas, para poder realizar sus labores en el hogar, descansar y darles pecho a sus hijos. Por este motivo, las trabajadoras se declararon en huelga, mientras que el dueño de la fábrica las encerró por no querer cumplir el llamado de las mismas y las forzó a seguir laborando. Así es como, un 8 de marzo, prendió en fuego la fábrica para no cumplir la petición de ellas. De esta manera, se rinde honor a las trabajadoras que fallecieron en esa fábrica y se declara por  la ONU el 8 de marzo Día internacional de la Mujer. Ser fémina es ser auténtica, luchadora, libre y constructora de una sociedad. Dan vida, llenan de amor lo que las rodea. Las caracteriza esa magia para conservar, cuidar, nutrir y ayudar a crecer saludablemente lo que

  El desarrollo humano lo constituyen las diferentes etapas por las que pasamos los seres humanos desde el momento en que nacemos hasta nuestro fallecimiento, no se puede frenar, interrumpir o alargar, lo que quiere decir que, al menos de que ocurran factores externos e internos (accidentes, enfermedades etc.), que acaben con nuestra existencia, NADA va a impedir que, con el paso del tiempo, los que hoy gozamos de juventud lleguemos a la séptima y última etapa de la vida, la ancianidad. Ser un adulto mayor en esta década no debe ser nada fácil, la realidad actual llena de banalidad y egocentrismo, redes sociales y tecnología excluye de manera cruel a nuestros ancianos, NUNCA hay tiempo, se nos olvidaron las charlas y los cuentos, y las personas que en algún momento fueron importantes en nuestra vida, fueron relegadas a un último plano. Pero no todo es malo, resulta que hay lugares y personas que reconocen la importancia de nuestros ancianos, el valor y aporte que han generado